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Amores Perros

 

Amores Perros

 Ganadora de los premios a la mejor película y mejor director en el XIII Festival
 Internacional de Cine de Tokio, la película mexicana Amores Perros, acaba de lograr otro
 galardón: ser seleccionada como representante de su país para los premios Oscar. La
 película transcurre en la Ciudad de México. Un terrible accidente automovilístico se
 convierte en el punto de encuentro de tres “amores perros”: Octavio con su perro Cofi,
 Valeria con su perro Richi y Chivo que recoge perros de la calle. En la siguiente entrevista
 conversamos con Alejandro González, el director de la cinta.
 
 Pregunta: ¿Crees que en una ciudad como Tokio podría
 haberse desarrollado una película como Amores Perros?
 Respuesta: Creo que sería un escenario ideal. Tuve la
 oportunidad de ir al mercado de pescado en la madrugada, y
5 estando allí pensé: Ojalá algún día pueda hacer algo aquí. Es
 un escenario mágico. Sólo es necesario poner la cámara y
 dejarla rodar. Además creo que México y Tokio tienen
 algunos problemas parecidos, pero con soluciones distintas.
 P.: ¿Qué tema te plantearías para esa película?
10 R.: La necesidad de perfeccionismo. Me parece que aquí la
 gente persigue mucho eso. Otro tema que se me ocurre es el
 que poca gente habla inglés y quisiera saber qué sentimiento
 guardan los japoneses respecto a Estados Unidos, con todo
 esto de Hiroshima y Nagasaki.
15 P.: ¿Qué anécdotas recuerdas durante el rodaje de Amores
 Perros?
 R.: Recuerdo una que demuestra el paralelismo de la historia
 del filme con la realidad. Cuando fuimos a buscar el escenario para instalar la casa donde se
 organizaban las peleas de perros, frente a la casa donde finalmente se filmó, una banda de
20 chicos de 14 años con pistolas más grandes que ellos nos asaltaron y nos quitaron todo.
 Mucha gente me dijo “vámonos de acá”. Pero yo me opuse y tuve que negociar con la
 pandilla para poder entrar en su territorio. Finalmente algunos de ellos terminaron como
 actores y todos nos cuidaron y protegieron cuando filmábamos.
 Otra anécdota muy impactante fue cuando filmamos la escena en la que Chivo asesina a un
25 empresario pegándole un tiro por la espalda, cuando diez minutos después de filmar la
 escena apareció a nivel nacional la noticia de que a unos 500 metros de allí había sido
 asesinado, en un restaurante, de 17 balazos, el animador de televisión Paco Stanley. Fue
 como estar filmando la realidad.
 P.: ¿Cuál es el mensaje que lleva inmerso el filme?
30 R.: Realmente nunca me propuse un mensaje. Yo pienso que las películas malas son las que
 llevan mensaje. Las películas buenas son las que plantean preguntas y no respuestas. Y
 quisiera que cada persona del auditorio, después de ver el filme, se fuera con diferentes
 tareas a casa, diferentes preguntas, diferentes interpretaciones. Porque el ser audiencia es un
 acto profundamente creativo y demanda interacción. Allí es donde nace la polémica. Por el
35 contrario, sí soy de la idea que el cine cuenta historias. Y en esta cinta, trabajo con ficción y
 con ciertos elementos de la realidad, anécdotas mías y de Guillermo Arriaga, el guionista.
 Pero nada autobiográfico.
 P.: ¿Qué opinas sobre el cine latinoamericano?
 R.: Estamos jodidos. Primero, creo que estamos aislados. Creo que existe un prejuicio de
40 nosotros hacia nosotros mismos. Que básicamente eres el malo hasta que me demuestres lo
 contrario. Me refiero a que pensamos que las películas que hacemos en nuestro continente
 son malas hasta que demuestren lo contrario.
 Y también hay una ignorancia del cine que se hace en nuestros países. En México se conoce
 muy poco Perú, y creo que viceversa. Tenemos una industria enfermiza, un mercado
45 pequeño. La situación es crítica. Por allí salta de vez en cuando una película, pero no el
 cine. La solución inicial es comunicarnos entre nosotros, así crearemos un mercado
 continental de 500 millones de personas que permitirá hacer películas de 15 millones de
 dólares, porque sabes que los vas a recuperar.
 Por otro lado, nuestros directores, y los de todo el mundo han crecido con el cine gringo. Y
50 los nuevos cineastas tienden a imitar el cine con el que han crecido. Pero si lo hacen, son
 acusados de pro estadounidenses. Y si hacen cine artístico, al diablo contigo porque dicen
 que nadie te entiende.
 P.: Concretamente, ¿qué le tienes que reprochar al cine gringo, como tú lo llamas? Porque
 no todo lo que hacen es malo.
55 R.: Los estadounidenses hacen un promedio de 800 películas al año. Y si el 4% de esta
 cantidad es buena, estamos hablando de 32 películas, cantidad respetable, comparada a lo
 que hacemos nosotros. Pero lo que yo les critico es que no han podido salir de su sistema, y
 cuando absorben cineastas distintos acaban por meterlos en su sistema. Y hay tantos
 intereses y tantos miedos, que no dejan crear al mismo creador que ellos compraron para
60 que haga algo diferente. Y como distribuidores, les critico que tengan las compañías
 distribuidoras más poderosas, los mayores presupuestos y que en base a ellos no dejen
 crecer a ninguna industria. Esta invasión cultural tan destructiva es lo que me molesta. Ellas
 presentan su cultura y devastan la que encuentran.
 
 adaptado de Internet