1 | 1 | | Desde que el 13 de septiembre de 1974 una bomba asesina, colocada por la |
| 2 | | organización terrorista ETA, segaba la vida de mi marido, Francisco Gómez Vaquero, en |
| 3 | | la cafeteria «Ronaldo», en la calle del Correo de Madrid, donde trabajaba como cocinero, |
| 4 | | intento sobrevivir con una pequeñísima pensi6n que asciende exactamente a 38.009 |
| 5 | | pesetas. Con este dinero tengo que sacar adelante a mis dos bijas por las que, al haber |
| 6 | | cumplido ya los dieciocho aflos, no recibo ayuda estatal aiguna. Si no fuera por la caridad |
| 7 | | de algunas personas, para las que no conozco palabras suficientes de agradecimiento, no sé |
| 8 | | 10que sería de nosotras. |
2 | 9 | | Cuando mi marido fue asesinado no existían indemnizaciones para los familiares de |
| 10 | | civiles muertos en actos terroristas, y también nos vimos privadas de esa ayuda económica |
| 11 | | que hoy ya sí reciben las viudas de ciudadanos civiles que se encuentran en las mismas |
| 12 | | circunstancias. |
3 | 13 | | Mi situación es tan desesperada que últimamente incluso he recurrido a escribirle a |
| 14 | | su Majestad el Rey contándole mi caso. |
| 15 | | Blanca Condado Aguilar, Madrid |