Sin bromitasNo sé lo que piensa nuestroprofesor de matemáticas de nosotros, pero no somos tan terribles como cree él. ¿O sí? El último día de clase decidimos regalarle una pluma como recuerdo porque habíamos tenido muy buen rollo con él. El regalo le gustó mucho, pero cuando se lo metió en el bolsillo de la camisa, apareció de repente una gran mancha azul. ¡La pluma se había destintado! Pero nuestro profe creyó que la mancha se quitaría sola y que no era una verdadera mancha, que sólo era de broma … pero no era así. ¡Qué vergüenza sentimos! |